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Caballitos del Diablo

Caballito del Diablo

Los zigópteros (Zygoptera) son un suborden del orden Odonata, conocidos popularmente como caballitos del diablo. Se diferencian de otros odonatos porque sus alas en descanso se alinean junto al abdomen y porque los ojos están netamente separados.

Los caballitos del diablo, como el resto de odonatos, son hemimetábolos (metamorfosis incompleta) y su estadio ninfal es acuático.

La hembra pone huevos en el agua, a veces en la vegetación sumergida, o en lo alto en árboles, en cavidades que reciben agua de lluvia. Las ninfas son carnívoras, comiendo larvas de mosquitos, Daphnia, y otros organismos acuáticos.

Las branquias de las ninfas son grandes y externas, al final del abdomen. Después de un tiempo importante en la metamorfosis, el adulto emerge y come moscas, mosquitos, y otros insectos pequeños. Algunas especies tropicales grandes se alimentan de arañas.

Caballitos del diablo

Encuentros con La Naturaleza 2009

Durante el mes de agosto y hasta el 7 de septiembre se van a celebrar en Priego varias jornadas con el título de "Encuentros con la Naturaleza 2009". El programa lo podéis visualizar pinchando el siguiente enlace: http://encuentrospriego.blogspot.es/.

      

Flora y Vegetación (II)

FLORA NO VASCULAR  

     

Toda la zona presenta también una elevada diversidad de especies de flora no vascular, si bien se conoce de forma fragmentaria.

 


  • HONGOS:

    Hongos. Seta Parasol

En la zona existe una gran diversidad de hongos, especialmente en los pinares, consecuencia de la diversidad ecológica, la presencia de ambientes submediterráneos y de elevadas altitudes y precipitaciones, y la gran continuidad ecológica de los ecosistemas boscosos de este territorio. De entre las especies con mayor valor económico y gastronómico se citan las trufas (Tuber melanosporum), níscalos o mizclos (Lactarius deliciosus, L. semisanguifluus, L. quieticolor), boletos o bejines (Boletus edulis, B. pinophilus, B. aestivalis y B. aereus), colmenillas (Morchella elata y M. esculenta), champiñones (Agaricus sp.) y setas de cardo y chopo (Pleurotus eryngii y Pleurotus ostreatus). 

  • LÍQUENES:Líquenes

De entre las comunidades liquénicas estudiadas en la zona destacan las de líquenes epífitos, para las que está documentada una gran diversidad sobre los diferentes tipos de bosques presentes. Particularmente importantes son las comunidades indicadoras de la madurez de los bosques. Las comunidades acidófilas de pinares están muy bien representadas, resultando muy raras e indicadoras de bosques maduros Cyphelium inquinans, Chaenotheca sp., Calicium sp., Lecidea hypopta, L. holopholia. Son también reseñables las disyunciones de especies de áreas más septentrionales como Cladonia cenotea y Letharia vulpina. Particularmente originales son las comunidades de los sabinares albares, resultando muy valiosas las que se asientan en las sabinas de mayor edad y diámetro, ya sea sobre los troncos musgosos: Aspicilia lignicola, Waynea adscendens, Leptogium lichenoides o Bacidia parathalassica, o sobre sus zonas descortezadas y sumamente endurecidas: Buellia cedricola, Cyphelium tigillare, Lecanora paramarae, Ophioparma junipericola, calicium salicinum y Chaenotheca phaeocephala. Junto a estas comunidades epífitas de sabinas añosas, son destacables por su originalidad y rareza las comunidades de líquenes vagantes de suelos crioturbados con Aspicilia fruticulosa, A.hispida, Cetrarie steppae, Neofuscelia ryssolea o Xanthoparmelia vagans. Las comunidades liquénicas climáticas sobre quejigares, rebollares o robledales albares (Antitrichietum califronicae) se presentan de forma muy fragmentaria y empobrecida por la sobreexplotación que estas masas han padecido en el pasado. En tilares resultan valiosas las comunidades de Pyrenuletum nitidae y las de grandes troncos de bosques maduros (Gyalectetum ulmi, con Gyalecta ulmi y Sclerophora nivea). 

 

  • MUSGOS:Musgos

Las comunidades de briófitos de la zona están en estudio, si bien cabe mencionar las comunidades de las tobas húmedas (Cratoneurion commutati) (DH, HPE) y las comunidades de turberas ácidas con esfagnos (DH, HPE).

    

                                      

Flora y Vegetación (I)

Flora y Vegetación (I)

 

FLORA VASCULAR 

La Serranía de Cuenca, situada en el noroeste de la provincia de Cuenca, constituye una de las tres grandes comarcas naturales que componen la provincia, junto con la Alcarria y la Mancha conquense.Se encuentra enclavada en la provincia corológica Castellano-Maestrazgo-Manchega, y más concretamente en el sector Maestracense.

En la comarca de la Serranía de Cuenca se presentan tres pisos bioclimáticos: los pisos meso, supra y oromeditérraneo, en función de la temperatura: 

Piso mesomediterráneo: T: 17-13ºC; m: 5 a –1ºC; M: 13-8ºC; H: XI-IV
Piso supramediterráneo: T: 13-8ºC; m: -1 a –4ºC; M: 8-3ºC; H: X-V
Piso oromediterráneo: T: 8-4ºC; m: -4 a –7ºC; M: 3-0ºC; H: IX-VI 

donde T representa las temperaturas medias anuales; m, la media de las mínimas del mes más frío, y M, la media de las máximas del mes más frío, todas en grados centígrados (ºC). H representa los meses extremos afectados por las heladas. 

La degradación de los bosques naturales supramediterráneos de Quercus ha sido desde antiguo muy intensa en toda la Serranía de Cuenca,  lo cual ha determinado que la cubierta vegetal dominante esté constituida principalmente por pinares de pino silvestre (Pinus sylvestris), pino salgareño (Pinus nigra ssp. salzmannii) y pino resinero o rodeno (Pinus pinaster), que son, en definitiva, los responsables de la fisionomía del paisaje vegetal. 
A pesar de que los pinares forman magníficos bosques, el carácter secundario de los mismos, a excepción de los pinares oromediterráneos de pino silvestre, es confirmado por la existencia, en todas las masas de pinar,  de ejemplares aislados, bosquetes y hasta pequeñas masas de encinas, quejigos o melojos, o de especies propias de sus etapas de sustitución. En cualquier caso, el tipo y composición del matorral puede ser utilizado para delimitar el área de cada serie de vegetación. 
Por encima de los 1.600 m, los pinares de pino silvestre tienen carácter de vegetación clímax, pero, en general, son bosques secundarios resultado de una muy antigua colonización por los pinos de los dominios del melojo y del quejigo.

En el área potencial del quejigo, los pinares de pino silvestre se presentan frecuentemente mezclados con el pino salgareño. Las masas de pino salgareño, siempre asentadas sobre suelos calizos, también se mezclan con el rodeno y el carrasco (Pinus halepensis) en las zonas más bajas, encontrándose en muchos lugares restos de antiguas formaciones de encinas y quejigos. Sin embargo, el subvuelo (conjunto de arbustos y matas que se hallan por debajo del estrato arbóreo) de los pinares asentados en el dominio climácico del Junipero-Quercetum rotundifoliae y en el del Cephalantero-Quercetum fagineae es, en parte, diferente.
En efecto, aunque el matorral en ambos casos corresponde al Lino-Salvietum lavandulifoliae, en la serie del quejigo se enriquece de elementos orófilos como Erinacea anthyllis; asimismo, en las zonas donde el quejigar ha dado paso al pinar suele ser frecuente la bojeda de Buxus sempervirens.
 Los pinares de Pinus pinaster se desarrollan principalmente entre los 1.100 y 1.500 m, sobre suelos silíceos poco desarrollados, constituidos por areniscas rojas del Trías que forman los llamados rodenales, de donde toma el nombre de pino rodeno con el que es conocido en la comarca. 

En los rodenales de la Serranía de Cuenca, los pinares de Pinus pinaster constituyen el dosel arbóreo de un jaral o cantuesal más o menos denso donde dominan Cistus laurifolius, Lavandula pedunculata y Halimium viscosum (Santolino-Cistetum laurifolii), que en las zonas basales se enriquece con especies más termófilas como Cistus ladanifer. En situaciones protegidas, tales como pequeñas vaguadas, ingresan en el jaral otras especies más ombrófilas como Cistus populifolius y Erica scoparia.
Tampoco es raro encontrar en el pinar de Pinus pinaster pies aislados o pequeños bosquetes de roble melojo (Quercus pyrenaica), lo cual se explica porque precisamente el melojar (Luzulo-Quercetum pyrenaicae) constituye la vegetación potencial de los rodenales.
 Sobre suelos profundos y frescos de fondo de valles, gargantas (hoces) umbrosas y bordes de ríos, se presentan agrupaciones densas de avellanos (Corylus avellana), fresnos (Fraxinus angustifolia ssp. oxycarpa) y, en muchas hoces, tilos (Tilia platyphyllos), con un sotobosque rico en plantas herbáceas de carácter mesofítico, como Melica uniflora, Sanicula europaea, Hepatica nobilis, etc. Estos avellanares, siempre condicionados a la humedad edáfica, presentan como manto y primera etapa de degradación un matorral alto, denso, rico en fanerófitos espinosos y constituido fundamentalmente por las especies Ligustrum vulgare, Viburnum lantana, Prunus spinosa, Cornus sanguinea, Rhamnus saxatilis, Rosa sp., Crataegus monogyna y Berberis hispanica, entre otras. 

Dada la profusión de roquedos en la zona, la vegetación rupícola tiene un interés especial en la Serranía de Cuenca. Se asienta fundamentalmente sobre rocas calizas, ricas en bases, pues el carácter deleznable de los rodenales dificulta e incluso impide el establecimiento de estas comunidades sobre sustratos silíceos. Son varias las comunidades que colonizan los roquedos calizos. La más extendida quizá sea la asociación Antirrhinetum pulverulenti, que coloniza los roquedos por encima de los 900 m de altitud, con pendientes del 90 al 100% y más raramente en extraplomos. Las especies más características son Antirrhinum pulverulentum, Sanguisorba minor ssp. rupicola, Saxifraga corbariensis, Potentilla caulescens y Rhamnus pumila. Asimismo, puede reconocerse una variante térmica, caracterizada por la presencia de Jasonia glutinosa, que no supera por lo común, los 1.200 m de altitud. Cuando la pendiente de las rocas es menor (60-80%) y siempre por debajo de los 1.300 m, el Antirrhinetum pulverulenti es sustituido por otra comunidad, Globularietum borjae, caracterizada por Globularia repens ssp. borjae, de cabezuelas florales de color azul y que forma densas almohadillas.
También son constantes en esta comunidad Anthyllis montana, Linum ortegae y algunas especies de Ononido-Rosmarinetea como Globularia vulgaris y Fumana ericoides.
 En paredes y muros más o menos nitrificados crece una comunidad subnitrófila, caracterizada y dominada por la fumariácea Sarcocapnos enneaphylla, que es frecuente en las inmediaciones de los sitios habitados, adquiriendo en los muros de algunas casas una gran exhuberancia. 
En plena Serranía esta comunidad alterna topográficamente con el Antirrhinetum pulverulenti, ocupando aquellos roquedos y grietas extraplomadas que reciben algún aporte de nitratos y fosfatos, generalmente procedente de los excrementos de las aves.
 Por último, las oquedades, grietas umbrosas y pequeñas repisas son colonizadas por las especies de la asociación Saxifragetum latepetiolatae tales como Saxifraga latepetiolata, de flores blancas algo acamapanadas, Draba dedeana, el helecho Asplenium fontanum y diversos briófitos. Una comunidad subrupícula que se sitúa en la Serranía de Cuenca en todos los roquedos de carácter básico es Rhamno-Juniperetum phoeniceae, caracterizada por la sabina negra, Juniperus phoenicea, que en la zona superior queda prácticamente sólo como colonizador de los roquedos, asentándose en muchas ocasiones en paredes prácticamente verticales.

 

Mirando a las Musarañas

Mirando a las Musarañas

 

Se incorpora a este blog un hermoso cuento escrito por Marcos, alumno de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes de Madrid.

LOS VIAJES DE ULISES (Un alimoche aventurero en el Estrecho de Priego)

MIRANDO A LAS MUSARAÑAS

Las primeras luces del alba anuncian un nuevo día. Clarea el horizonte y desde aquí, desde la cuevilla de la Hoz del Escabas, uno puede sentir como la niebla acaricia las laderas repletas de bujes y sabinas. Un velo translúcido esconde, provisionalmente, un lugar mágico habitado por seres efímeros. Es el misterioso mundo de la bruma, ese espacio etéreo robado a los valles sólo por unas horas de la noche y del día.
En el laberinto de humus y hojas secas, un escuerzo, o sapo común, cava su madriguera ya fatigado de sus andaduras noctámbulas. Si las noches salen buenas, los escuerzos interrumpen temporalmente su letargo invernal para dar una vuelta y comer algunas lombrices de tierra y babosas. En las noches templadas y húmedas de los meses más fríos la vida aflora temporalmente a ras de suelo. Sale el escuerzo y también se atreven a dejar sus escondites las ranas verdes y los sapos parteros, corredores y de espuelas. Salen los escarabajos carábidos y los tenebriónidos, los escarabajos peloteros, los enterradores, el escarabajo errante, algunos barrenillos de la madera y el gusano de alambre. Las lombrices de tierra van subiendo poco a poco a la superficie en busca de la fina capa de materia descompuesta del suelo. Algunas babosas dejarán su característica huella fosforescente después de la lluvia.
Como el escuerzo, son muchos los animalillos que buscan algo que llevarse a la boca recuperando, temporalmente, un metabolismo activo. Al final de su corta aventura, bastarán unas contadas gotas de rocío para saciar la sed y volver cada cual a su sitio. Inmóviles, como cortezas de pino, aguardan en su refugio adormecidos, intentando que las reservas acumuladas aguanten hasta la siguiente noche templada... (continúa en: http://ingenierosambientales.blogspot.com/2006/12/en-defensa-del-alimoche.html)

 

Temporada de Setas

Temporada de Setas

 

Después de las abundantes lluvias de octubre y las que llevamos de noviembre, estamos ante una temporada magnífica de recolección de setas, donde el Níscalo (Lactarius Deliciosus) es el rey, al menos en el número de ejemplares. Un pequeño apunte para recogerlas en el campo:

Recolección:

Aparecen fundamentalmente en otoño.

Se encuentra bajo pinos. Búsquela en los pinares.

Es bastante abundante en años lluviosos.

El níscalo es una seta muy fácil de identificar.

Posiblemente la especie que más se preste a confusión es Lactarius sanguifluus, de características similares, aunque de color más rojizo y al corte segrega látex de color vinoso. Es también comestible.

Otra variedad que puede generar dudas es el Lactarius chrysorrheus, conocido como Falso níscalo, cuyo sombrero tiene mucho parecido con el Lactarius deliciosus, pero el látex blanco o amarillento sirve de identificación.

Al recoger los rovellones hay que tener cuidado de no tocar las laminas para que no se oxiden.

Otras especies recolectadas en nuestra zona son los parasoles, champiñones silvestres y algunos boletus y rebozuelos.

El Pino Silvestre

El Pino Silvestre

 

El pino silvestre ocupa las zonas más elevadas y húmedas de la Serranía y es el dueño absoluto a nivel arbóreo del piso oromediterráneo a partir de los 1400 metros de altitud que se considera su zona climácica aunque, algunas veces se desarrolla en zonas donde hubo frondosas y en otras ha sido la repoblación la que ha permitido su desarrollo.

El principal interés de esta especie es el maderero, pues es de madera de excelente calidad, y proporciona buenos pastos en zonas llanas y húmedas para el aprovechamiento ganadero.

En la zona alta del curso del escabas podemos contemplar magníficos ejemplos del bosque de pino silvestre. La imagen es de la ladera del arroyo de valquemado, subiendo hacia el collado de la madera.

Características 

Puede llegar a los 40 metros de altura, es muy longevo, tronco recto y limpio de ramaje. La corteza se exfolia y es rojiza clara en la parte superior haciéndose escamosa, agrietada y gris en la inferior. La raíz profundiza un metro o más cuando el suelo lo permite. Prefiere suelos silíceos, frescos, sueltos y profundos. Prefiere las umbrías.

La copa es cónica al principio, redondeada más tarde y generalmente asimétrica y aplanada en ejemplares viejos. Tiene un crecimiento bastante rápido y es bastante longevo, puede llegar a 600 años de edad. Para la regeneración artificial se recogen las piñas en invierno y se conservan en sitios secos y ventilados donde se vayan abriendo y se siembran los piñones en otoño.

Su madera es muy apreciada en la carpintería y la construcción.

El mimbre (III)

El mimbre (III)

COSECHA

La cosecha del mimbre se realiza a principios del invierno, una vez que se han caído las hojas. En el primer año, los rendimientos pueden ser bajos (3,5 a 5,5 ton seca por hectárea). Sin embargo, es conveniente cosechar todas las varas con el fin de incentivar el crecimiento del año siguiente. Durante el segundo año, los cuidados culturales (desmalezado, riego y fumigado) deben continuar. Los rendimientos de cosecha, en ese año, se triplican, obteniéndose cerca de 9,5 a 12,5 ton seca por hectárea, y aún más si los cuidados silviculturales son más intensivos. En el tercer año los rendimientos alcanzados son de 18 a 25 ton secas por hectárea.

En los años posteriores, y hasta la octava temporada de crecimiento, los incrementos en rendimiento continúan, pero a tasas cada vez menores. A partir del octavo año los rendimientos comienzan a bajar y al cabo del año 20, se recomienda descepar y plantar nuevamente con el objetivo de compensar las pérdidas de productividad debido al envejecimiento de la cepa.

El mimbre (II)

El mimbre (II)

SELECCIÓN Y PREPARACIÓN DEL CULTIVO

La selección del sitio de plantación es fundamental si se quiere tener éxito económico en el cultivo del sauce. Esto determina las condiciones básicas para su desarrollo.

Salix es un género con tolerancia al frío, pudiendo soportar temperaturas mínimas de -19ºC. No obstante, las heladas tardías pueden producir daño en las plantaciones, destruyendo los ápice de crecimiento. Los buenos sitios se caracterizan por poseer inviernos con temperaturas cercanas a los 0º, que permitan establecer un claro período de receso vegetativo. En el período de crecimiento, las temperaturas pueden alcanzar máximos mensuales superiores a los 30º, siempre que se proporcione un apropiado abastecimiento de agua.

En cuanto a suelos, si bien los sauces productores de mimbre crecen en una diversidad de tipos según sea la especie, variedad o clon, en términos generales, el sauce prefiere terrenos planos, de texturas medias, aireados, con abundante materia orgánica, y de al menos una profundidad de 50 cm. El abastecimiento de agua permanente es un requisito indispensable, no obstante, no soporta agua detenida por largo tiempo durante su período vegetativo.Se puede cultivar sauces en terrenos de altos niveles freáticos si éstos se drenan a una profundidad de al menos 50 cm.

El sauce no se adapta bien a terrenos arenosos con escasa capacidad de retención de agua, sin embargo, sobrevive en estas condiciones edáficas si tiene acceso a agua abundante, como en los sectores ribereños. La preparación del suelo tiene por finalidad proporcionar condiciones al suelo que garanticen a la planta, acceso al agua y nutrientes, adecuada aireación y condiciones físicas para el buen desarrollo de las raíces.Para preparar el suelo, es necesario conocer las propiedades que lo caracterizan, para luego adecuarlo a los requerimientos del cultivo. A través de observaciones de campo, es necesario conocer su profundidad, nivel freático, presencia de discontinuidades en el perfil u otros elementos como presencia de piedras y, determinar por medio de un análisis de laboratorio, su textura, caracterización nutricional hasta los 50 cm de profundidad, cantidad de materia orgánica dentro de los primeros 30 cm, compactación y pH, entre otros atributos.

A partir de la caracterización y de los resultados de los análisis, se puede proceder a realizar las correcciones que se estimen necesarias. Por ejemplo, mejorar el pH y establecer programas de fertilización. Será fundamental, eso sí, determinar el nivel de intervención a que debe ser sometido el suelo, ya que la modificación de las características del suelo es costo y debe realizarse sólo si reditúa en el producto final. Los terrenos altamente compactados también deben intervenirse con el objeto de mejorar la aireación en una profundidad de al menos 80 cm. Si se presentan niveles freáticos altos durante el período de crecimiento, a menos de 30 cm de profundidad, debe intervenirse drenando para permitir, al menos, unos 50 cm de suelo libre para un adecuado desarrollo de los sistemas radiculares de las plantas.

En terrenos que no requieren de intervenciones especiales, el mimbre necesita de una preparación de al menos 30 cm de profundidad, la que puede realizarse con un arado de tipo cincel. Posteriormente se deben utilizar rastras con el objeto de mullir y suavizar el suelo.Otra de las labores culturales de gran importancia para el cultivo del mimbre, es el control de malezas, en especial, de las perennes que compiten por el agua y los nutrientes con las estacas. Por este motivo, previamente es necesario realizar una aplicación de herbicida en el terreno donde se realizará la plantación. Para esto, se encuentran en el mercado una gama de productos que son muy efectivos, como Simazina, Atrazina, Roundup. La aplicación de herbicidas a la plantación, conviene hacerla con un mes de anticipación, con el objetivo de eliminar toda la maleza. Luego que haga efecto, se procede a roturar el terreno, labor con la que se elimina toda la maleza que pudo haber brotado después de la aplicación del producto.

Choperas

Choperas

Ortega y Gasset llamaba a los chopos "los centinelas de la ruta" por su masiva plantación en ciertos margenes de carreteras y de canales ya que acompañaban al viajero en una gran parte del camino. Las choperas son arboledas caducifolias de álamo blanco o negro generalmente que ocupan parte del cauce o antiguo cauce de los ríos. Normalmente delimitan la orilla de los ríos. Crecen en suelos húmedos y fértiles. La verticalidad de su fisonomía, pueden alcanzar hasta 40 metros de altura con su gran porte esbelto en forma de huso, resalta con el resto del entorno al ocupar los suelos de las zonas más llanas y próximas a los cauces. Su madera blanca es tierna y se raya fácilmente por la uña. Su resistencia es débil y poco duradera, aunque es una madera que se trabaja fácilmente y no se abre cuando se clava.

 

El mimbre (I)

El mimbre (I)

GENERALIDADES 

El mimbre pertenece a la familia de las salicáceas, la que comprende tres géneros. Dos de ellos: Populus o álamo y Salix o sauce, destacan por su valor económico. Se conocen alrededor de 300 especies de árboles y arbustos de Salix, distribuidos en diferentes latitudes: Europa, Asia, América y el norte y sur de África, además de muchas otras variedades e híbridos. En América del Sur, existe sólo una especie nativa, Salix humboldtiana, la cual crece en forma natural a lo largo de ríos, acequias y canales. Los ejemplares arbóreos de Salix son conocidos popularmente como «sauces», «willows» o «saules»; mientras que las formas arbustivas, de uso tradicional en artesanía y cestería, son denominadas «mimbre», «sauce-mimbre», «basket-willow» y «osier».

Propiedades Comunes de algunas Especies de Salix

- Rápido crecimiento juvenil

- Tolerancia a la competencia cuando se plantan a alta densidad

- Eficiente uso del agua y nutrientes

- Fácil reproducción y buen establecimiento

- Fácil regeneración después de la cosecha, principalmente por rebrote vegetativo de las cepas

- Resistencia a pestes y enfermedades

- Adaptación al stress, incluyendo resistencia al frio y tolerancia a la sequía.

HISTORIA

El cultivo del mimbre ha sido objeto de interés durante siglos, debido a que la madera de sauce, tanto arbórea como arbustiva, es fácil de trabajar y propagar. Las primeras civilizaciones, han legado relatos, pictografías y vestigios en los que el mimbre se encuentra presente. En Egipto, durante el reinado de Ramses II, la Biblia relata la historia de Moisés quien fue rescatado de las aguas del Nilo en una cuna de mimbre. En Ur se han descubierto sarcófagos de mimbre que datarían de más de 5.000 años.Durante el siglo I, en Roma se desarrolló un cultivo sistemático del mimbre. Los romanos hacían una selección de especies, sitios, preparación de suelos, espaciamiento óptimo y establecimiento de plantaciones por estacas. Plinio (23-79 DC) y Columella (fallecido alrededor del 50 DC), dos precursores de la ciencia, documentaron las experiencias y recomendaciones sobre el cultivo del mimbre. La especie más importante fue Salix viminalis, representada con el nombre de una de las siete colinas de Roma: Collis viminalis (Willow Hill). Salix fragilis y Salix purpúrea, fueron identificadas más tarde.  

¿Por qué el sauce adquirió tanta importancia en la época romana?

La explicación se encuentra en el desarrollo del comercio. Por siglos, los cestos fueron los únicos medios de transporte de los diferentes productos que se comerciaban entre las aldeas; y las varillas - flexibles y resistentes - de sauce fresco o húmedo, fueron un excelente material para la cestería.

Desde la Edad Media y hasta el siglo XVIII, aunque se mantuvo la destreza en la cestería utilizando mimbre, el material crudo era colectado desde los bosques, riberas de lagos y otros espacios naturales, sin existir un cultivo sistemático. Más tarde, el aumento de la demanda por cestos de buena calidad, hizo necesario volver a desarrollar el cultivo de la especie.Al comenzar este siglo, el cultivo se desarrolló nuevamente con fuerza en toda Europa, registrándose notables áreas de plantación. En Francia, por ejemplo, llegaron a existir en 1909 más de 100.000 hectáreas de mimbre. Nuevamente a mediados del siglo, entre los años 1950 y 1960, el aumento de combustibles baratos y de productos sintéticos reemplazaron al mimbre haciendo decaer su cultivo. Sólo en algunos países del Este europeo, como la ex URSS, Polonia y Hungría, el mimbre mantuvo su rol. En la actualidad existen en el mundo pocos países dedicados a la fabricación de muebles de mimbre.

En nuestra zona se cultivan por toda la comarca, sobre todo a orillas de los ríos Escabas y Trabaque, pues la planta requiere gran cantidad de agua. Las varas de mimbre se cortan durante el invierno en turnos de 2 a 5 años. Después de cortado se realizan varios procesos (clasificación, empozado, secado, etc) antes de empezar a trabajar con él. Históricamente ha tenido gran importancia este cultivo y la artesanía que se desarrolló con esta materia prima, aunque ahora ha caído en desuso y son cada vez menos los artesanos que lo trabajan.