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Historia de Priego (desde los árabes al siglo XVI)

Historia de Priego (desde los árabes al siglo XVI)

Los únicos restos de la dominación árabe en la zona son el torreón de Despeñaperros y los restos de muralla que lo circundan. Se trata de una torre de planta pentagonal en la que se abren varios huecos, y una puerta de acceso con dintel en arco de medio punto. Se sabe que Priego fue ocupada por los árabes desde el inicio de la invasión árabe en la península en el siglo VIII y la ocupación durante bastantes siglos hizo que los cristianos tardaron mucho tiempo en reconquistar la posición privilegiada que ofrecía la zona al estar protegida por la sierra y los ríos Escabas y Guadiela.

Es muy interesante el artículo de Jorge Díaz Ibáñez sobre las relaciones de la Iglesia-Nobleza en el obispado de Cuenca durante la Baja Edad Media.

Priego fue una plaza que cayó finalmente del lado cristiano hacia el siglo XIII cuando los árabes fueron replegándose. En esa reconquista, fue su dueño Garci Gómez Carrillo, a quien el Rey Alfonso X, en remuneración por los servicios prestados, casó con su prima Doña Urraca y con ella recibió en dote a Priego junto con parte del Obispado de Cuenca y Tierra de Molina.

 

El hijo de éste, Alonso Ruy Carrillo, hereda sus propiedades, lo que le hace primer Señor de la Casa de Priego y Escabas, de la que fue alcalde nombrado por Fernando IV en 1298, otorgándole privilegios sobre la villa. Aún así, los árabes continuaron poseyendo el castillo hasta el año 1328, cuando se entrega al rey Alfonso XI.

En 1348 Juan Alonso Carrillo funda la Casa Fuerte de Priego. Después su nieto Pedro Carrillo se casa con Doña Guiomar de Sotomayor, correspondiendo a su única hija (Teresa Carrillo) el origen del Condado de Priego. El rey Enrique IV concede el título de Conde de Priego en el año 1465 a D. Diego Hurtado de Mendoza, casado con Dña. Teresa Carrillo, dando lugar al linaje de la familia “Carrillo de Mendoza”.

A partir de entonces Priego se vincula a estas familias nobles enraizadas en las más ilustres del reino. Don Pedro Carrillo de Mendoza sirvió a los Reyes Católicos en la conquista de Granada. Don Fernando Carrillo de Mendoza fue embajador de Felipe II en Portugal y Mayordomo Mayor de D. Juan de Austria y participó en la Batalla de Lepanto. 

Esta época, siglo XVI es la de mayor esplendor de Priego, apareciendo como importante centro comercial agrícola, ganadero y de productos manufacturados. La presencia de los Condes de Priego en la villa atrae a otras familias nobles, de las que aún quedan vestigios en los blasones existentes en las fachadas de algunas casas. De la misma forma atrae a la iglesia y se fundan conventos, ermitas y capellanías.

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