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RioEscabas

Geografía General

Geología del Valle del Río Escabas

Mapa Geológico Priego     

Sedimentación Marina en el Mesozóio

Para comprender las formas del relieve tal y como las conocemos hoy en día nos debemos remontar a la Era Secundaria, al comienzo de las grandes transgresiones marinas que ocupan amplias extensiones de lo que hoy es la Cordillera Ibérica, acumulándose en estas zonas importantes espesores de cerca de 1000 metros de rocas sedimentarias. Estas capas sedimentarias descansan sobre los inestables bloques de rocas paleozoicas, ya compartimentados a finales de los antiguos movimientos orogénicos hercinianos.


        

Deformación Tectónica y Plegamiento en el Terciario Medio

Este potentísimo conjunto va a ser plegado desde finales del Secundario y durante gran parte del Terciario; así todo el sector se ve sometido a la sacudida de los movimientos orogénicos alpinos, sufriendo compresiones y distensiones sucesivas. Los bloques basales quedan dislocados, unos se levantan y otros se hunden. Las capas sedimentarias se adaptan a esas deformaciones según sean sus materiales. Todo esto da lugar a la formación de un conjunto de pliegues muy apretados y con frecuencia rotos por fallas en especial en los niveles del Triásico y Jurásico. En la medida que el relieve es más pronunciado por estas deformaciones, los agentes erosivos desarrollan una actividad mayor.

  

A finales del Terciario la erosión ha regularizado los grandes contrastes del relieve, cepillando las cabezas de los pliegues anticlinales y rellenándose los núcleos de los sinclinales. Se forman extensas superficies de erosión que genera las formas que hoy conocemos Muelas y Parameras.  La red hidrográfica recorre éstas oscilando su trazado en sectores arenosos y quedando fijos al atravesar las zonas duras de calizas, encajándose y formando escarpados cañones.

Desarrollo de la Superficie de Erosión en el Terciario

    

           

Con el paso del tiempo el encajamiento de la red hidrográfica se acentúa. La penetración ha sido dirigida por las principales líneas estructurales a las que se acoplan sus rumbos, noroeste-sureste y este-oeste en el caso del río Escabas. Esto ha creado profundas hoces. Todo ello ha creado que la superficie alta dejada al margen de los grandes procesos erosivos, parameras y muelas, no sean contínuas. En ellas predominan los materiales del Jurásico y alí han sido atacados por la acción disolvente de las aguas de lluvia donde el modelado kárstico domina y crea lapiaces, dolinas, torcas, hoyas y simas.

 Encajamiento de la Red Hidrográfica y Situación Actual     

   

En el Cuaternario se vacian progresivamente los surcos intramontañosos, así como se ahondan las hoces que incrementa los procesos kársticos en las muelas y parameras hasta dejarlos como los vemos hoy. La infiltración del agua en la roca caliza ha creado importantes redes de galerías y cavernas recorridas por ríos subterráneos cuyos caudales acaban resurgiendo en las hoces o surcos intramontañosos (como los manantiales de Fuertescusa). La presencia de formaciones tobáceas a la salida de estos manantiales indican la fuerte carga de carbonatos disueltos por las aguas que forma en ocasiones edificios de gran belleza (Royo Malo).

       

 

Dado el riguroso clima invernal y sus ciclos de hielo-deshielo han provocado procesos de fragmentación en el roquedo tanto en las muelas y parameras como en las laderas de las hoces y surcos, donde es frecuente que en fuertes desniveles caigan rocas de diferente tamaño (en ocasiones de gran tamaño) hacia el fondo del valle y en algunos casos se acumulan al pie de las vertientes.

 

El escabas tiene escasa capacidad de aluvionamiento, al igual que otros ríos de la Serranía, al estar situados en su zona de cabecera y por ello es poco frecuente encontrar terrazas fluviales.

Fuente: Guía de los Espacios Naturales de Castilla - La Mancha (VV.AA)

  

Unidades Fisiográficas

Unidades Fisiográficas

 

La Serranía Alta de Cuenca combina una gran variedad de unidades fisiográficas como elementos de gran valor paisajísticos, entre las que caben destacar:


- Presencia de Parameras y Muelas, con una altitud elevada. Éstas zonas están cubiertas por grandes bosques de pinos, algunas manchas de quejigos y en zonas altas y desoladas aparecen algunas sabinas.


- Hoces, de gran belleza, que dividen y rompen la continuidad de las parameras y muelas, son numerosas al tener un gran número de ríos que nacen en este sector montañoso, como son el Guadiela, Escabas, Cuervo y Trabaque, todos estos afluentes del río Tajo y que fluyen hacia el Oeste. Forestalmente constituyen espectaculares bosques de ribera con álamos, sauces, tejos, tilos, avellanos e incluso acebos.


- Surcos Intramontañosos, labrados a favor de las rocas más blandas, se sitúan en el corazón de la Serranía, de ahí su nombre. En estas zonas la deforestación fue muy intensa en épocas pasadas para conseguir crear grandes zonas de pasto que han sido los agostaderos de la trahumancia. Aquí la vegetación prácticamente ha desaparecido por la mano del hombre, salvo en las orillas de los ríos, y en algunos lugares aparecen plantaciones de mimbreras, que en el principio del invierno forman unos extensos mares de color granate.

   

El armazón rocoso en el que se sustentan estas unidades fisiográficas no es excesivamente complejo: constituido por un conjunto de rocas sedimentarias de la era Secundaria o del Terciario inferior, gran parte de origen marino y comprimidas por el movimiento orogénico alpino, que ha generado las principales montañas europeas. Como consecuencia de ello se formó una importante cadena montañosa que luego fue sometida a un intenso proceso de erosión cuyo resultado final ha sido la creación de una extensa superficie aplanada, una superficie de erosión que perfila la topografía horizontal culminante de las muelas y parameras. La posterior incisión y encajamiento de los ríos que ha acabado por remodelar la Serranía, así como los procesos kársticos, permite caracterizar sus principales rasgos. 

Por tanto, el paisaje actual de la Serranía es consecuencia de la actuación de una serie de factores que, básicamente, son los siguientes: 

- Los rasgos estructurales y geológicos.

- Los procesos erosivos y kársticos, y su continuación hasta los tiempos recientes.

 


 

Generalidades del Clima

Generalidades del Clima

 

El clima influye enormemente en la vida y economía de los pueblos, aún más si se basan en una economía agrícola y ganadera, como en el caso de toda la zona que nos ocupa. Los factores condicionantes del propio clima son la continentalidad y su relieve, pues influye tanto el ser una región de interior como su altitud.

Las temperaturas medias máximas en verano (Julio y Agosto) se sitúa alrededor de los 30ºC, condicionado a la baja en los lugares con mayor altitud, pero rara vez superan los 35ºC, salvo en el curso bajo del río Escabas entre Priego y su desembocadura. Esto hace que generalmente los veranos sean cortos y frescos, y se produce una diferencia térmica importante con el otoño y la primavera.

Los inviernos, sin embargo, los podemos considerar largos y fríos, ya que las temperaturas medias mínimas se sitúan en torno a los 0ºC, con mínimas absolutas muy frías en el rango entre 10ºC y 15ºC bajo cero durante enero. Otra característica es que las heladas pueden llegar a los meses de mayo y octubre, con incluso excepcionales heladas en junio y septiembre.

En cuanto a las precipitaciones éstas vienen condicionadas por la circulación atmosférica en la zona y fundamentalmente por la altitud de la Serranía de Cuenca. La generalización de la circulación atmosférica es predominantemente de Oeste hacia Este y esto hace que se generen más lluvias en las zonas orientadas al Oeste y al Norte pues son las primeras que encuentran los frentes, y van disminuyendo hacia el Este y hacia el Sur.

La estación más lluviosa es el Invierno y a poca distancia se sitúan el Otoño y la Primavera. Los meses en que se recogen las mayores precipitaciones son Noviembre y Febrero, seguidos de Enero, Marzo y Diciembre. Así, como ejemplo tenemos los casos de Tejadillos y Priego, donde se recogen anualmente 1000mm y 550mm respectivamente. El condicionante de la altitud hace que los días de nieve en invierno sean abundantes y como ejemplo están los 21 días de nieve en la estación de Tejadillos.

Todos estos rasgos están condicionados por la altitud y podemos concluir que a mayor altura los inviernos son más fríos y los veranos más frescos y las precipitaciones más abundantes.

 

La Serranía Alta de Cuenca - Aproximación al Estudio de la Zona

La Serranía Alta de Cuenca - Aproximación al Estudio de la Zona

   

La Serranía alta de Cuenca constituye un amplio sector del Sistema Ibérico con una altura considerable y es un nudo orográfico muy importante del que divergen varias cuencas hidrográficas, en nuestra zona Tajo, Jucar y Guadiela principalmente. 

Es una comarca caracterizada por su bajo nivel de desarrollo económico, por su progresivo despoblamiento y por tener una gran variedad de espacios naturales.

Forma parte importante del Sistema Ibérico. 

Los elementos esenciales de su relieve lo constituyen amplias mesas, plataformas estructurales ó parameras, y algunas “muelas”, atravesadas por profundas hoces y barrancos originados por el encajamiento de la red hidrográfica del Tajo (en nuestra descripción en particular y también del Júcar en general). En dichas hoces podemos observar las entrañas calcáreas de estas elevadas planicies. 

Otra característica significativa es la ausencia de agua superficial salvo en los cauces regulares, ya que es absorbida hacia las profundidades por la permeabilidad de las rocas. Las formas de modelado son las típicas de las zonas kársticas, con gran presencia de lapiaces, dolinas o torcas y formaciones tipo "ciudad encantada".

Se conocen muchos sumideros, simas, redes de galerías subterráneas e importantes manantiales que van a engrosar los caudales de los ríos que se encajonan en las hoces. 

Los suelos son poco aptos para el cultivo, pero utilizables con fines pecuarios o forestales.  

El clima presenta caracteres propios de montaña con inviernos fríos y veranos frescos, heladas tardías (en primavera e incluso en alguna ocasión en verano) y tempranas en otoño, no recibe grandes precipitaciones anuales y con grandes diferencias según la altitud, y brevedad del período vegetativo que hacer limitar mucho la agricultura.  

La vegetación está constituída predominantemente por extensos pinares, manchas de encinas (en solanas orientadas al sur) junto con quejigos, sabinas y marojos, lo que nos hace pensar en la variada vegetación que pudo haber en épocas pasadas.