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RioEscabas

Generalidades sobre el río Escabas

Generalidades sobre el río Escabas

Aunque todos los ríos de la sierra conquense son de aguas limpias y transparentes, las del Escabas, que en su discurrir forma un valle de singular belleza, destacan entre todas, al ser especialmente cristalinas.

Situado al norte de la provincia de Cuenca, y en plena Serranía, el río Escabas nace en la cañada del Mostajo en las inmediaciones de la sierra de Tragacete, cercano a los nacimientos de los ríos Cuervo y Júcar, y recorre tres comarcas conquenses, la Serranía Alta, el Campichuelo y la Alcarria, para desembocar en un recorrido de 60 kilómetros en el río Guadiela, poco antes de la cola del embalse de Buendía. Tiene una superficie de cuenca de 706 kilómetros cuadrados (345 kms cuadrados del río Escabas y 361 kms cuadrados del río Trabaque) y una población total que asciende a 2165 habitantes con la suma de los cinco municipìos descritos en el estudio.

El recorrido es "un laberinto de verticales, paredones, torcas, escarpes, farallones, cavidades y mares de piedra donde queda esculpida el agua caída arrancando la piel en tormagales o brumas".

El Escabas es un río que, en tiempos, conoció gran actividad. Entre Noviembre y Marzo hacheros cortando y pelando pinos en “el Picadero” para luego bajarlos con mulas por terribles desfiladeros o transportándolos con pares al “aguadero” del Hosquillo o de Tejadillos donde puestos en “cambras entandadas” se dejaban secar para en Febrero o Marzo comenzar el transporte, que en este río era especialmente peligroso. Llegaban entonces las compañas de gancheros, acompañados de broceros, guisandero, ranchero, roperos y bonacheras. Primero los braceros preparaban el cauce  del río para luego los capataces o maestros montar “los adobos” y demás canalizaciones para poder salvar los desniveles del río y dejarlo preparado para la bajada de la madera, tras el paso de la misma, guiada por los gancheros, unas cuadrillas se encargaban de desmontar los adobos y dejar el río como se lo habían encontrado, dando un ejemplo de respeto a los medios naturales utilizados. El trabajo terminaba cuando la madera llegaba a Bolarque o a tierras de Aranjuez. Hoy el río añorando más compañía nos ofrece parajes de muy variada belleza, donde unas veces lo encontramos encajonado entre vertiginosas paredes de piedra y otras atravesando amplios valles con remansos que invitan al baño, siempre rodeado de una exuberante vegetación.  

(extraido de: http://www.aicomplutense.com/lashazas/pagina_parajes.htm)

 

2 comentarios

juanma -

fotos muy bellas..encamtado de pasar por aquí.

Alfredo Revilla -

muy bonitas las fotos y la iniciativa.